¿Estás listo para el VIRGIN Tour de Lorde?
El VIRGIN Tour de Lorde es el show más visceral del año
El VIRGIN Tour de Lorde no es solo una gira, es un manifiesto emocional con luces de neón, sangre, sudor y sintetizadores. 💥 Si alguna vez pensaste que el pop ya no tenía nada que decir, Lorde acaba de levantarse del suelo, escupir un verso nuevo y patear la puerta con su Ultrasound World Tour 2025.
Origen: Lorde Summer Officially Arrives With New Album ‘Virgin’
Fue abrir los ojos y darme cuenta de que Lorde no regresaba para complacer a nadie. No volvió para ser la princesa melancólica del pop, ni para hacer las paces con la industria. Volvió para quemarla. Virgin, su disco más honesto y brutal, es un diario de confesiones que no tienen filtro, y la gira que lo acompaña parece un ritual de redención con ecos retrofuturistas, donde el escenario se convierte en altar, y el público en cómplice.
“No hay redención sin electricidad”. Esa frase podría estar escrita en los visuales del show, entre rayos X, luces estroboscópicas y un aura que oscila entre la rave y el purgatorio pop.
Un mapa sonoro entre el pasado y el futuro
El itinerario de la gira es una peregrinación que comienza en Austin, Texas, y se despliega como un mapa secreto de confesiones: Chicago, Nashville, Toronto, Nueva York, Las Vegas, Seattle… Cada ciudad es una estación en este viaje de luces y catarsis. Termina en Brooklyn, como si todo el recorrido fuera una especie de vuelta a casa para alguien que nunca quiso quedarse quieta.
Y después, Europa. Porque el dolor, como el pop, también tiene acento.
Lo que más me intriga no son solo las fechas —aunque sí, ya tengo la mía marcada con lápiz rojo— sino lo que ocurrirá entre esas paredes. Hay giras que simplemente entretienen; esta promete desnudarte emocionalmente. Y no con el sentimentalismo barato de los anuncios de perfumes, sino con letras afiladas como bisturí, arreglos de sintetizador con sabor ochentero y una puesta en escena donde la tecnología parece un espejo del alma.
“La nostalgia también puede ser futurista”, murmura Lorde desde su universo rayos X.
Teloneros que no son teloneros, son visionarios
Esto no es una simple gira. Es una curaduría de talentos. The Japanese House, Blood Orange, Chanel Beads, Oklou, Nilüfer Yanya… nombres que parecen susurrarte en idiomas emocionales distintos, pero que todos encajan en el lenguaje que Lorde está construyendo: íntimo, cerebral, crudo.
Y entre ellos, Jim-E Stack, el alquimista sonoro que ayudó a producir “Virgin”. ¿Quién necesita un DJ de moda cuando llevas a tu propio cirujano musical de gira?
Cada noche será distinta. Cada telonero, una apertura de herida nueva. Y después vendrá ella, con su halo de virgen eléctrica, a terminar lo que otros apenas insinúan.
¿Pop? No. Esto es un exorcismo en directo
Los conciertos no son solo conciertos. Lorde lo ha dicho: “esto es una colaboración entre tú y yo”. Suena íntimo. Suena real. También suena a que vas a salir con los ojos más húmedos y el pecho más liviano.
En “Virgin” no hay miedo a hablar de todo lo que normalmente se esconde bajo la alfombra pop: trastornos alimenticios, ambigüedad identitaria, duelos, separaciones, y esa extraña resurrección que solo llega cuando uno ha tocado fondo. Las canciones son bisturíes emocionales. Algunas te cortan en seco, otras abren una puerta secreta hacia lo que nunca te atreviste a decirte frente al espejo.
“Virgin” no es un álbum, es un espejo de rayos X para el alma.
Las nuevas canciones como “Hammer”, “Man of the Year” y “What Was That” suenan a himnos de una generación que ha aprendido a reírse del dolor mientras baila. Pero también estarán “Royals”, “Green Light”, “Liability”… porque incluso los fantasmas merecen una última vuelta en la pista.
El futuro se parece a una rave médica
Los visuales no son para cualquiera. Hay rayos X, imágenes en negativo, cuerpos fragmentados en pantallas LED. La estética recuerda más a una clínica de sueños que a un escenario. Como si Blade Runner hubiera tenido una hija con un VHS de Madonna. Como si el dolor tuviera texturas.
Lorde no busca impresionar con fuegos artificiales. Quiere que te sientas desnudo pero a salvo, vulnerable pero eufórico. Y si hay que volar, que sea con cables visibles. Que se vea el truco. Que se vea la herida.
Washington Square Park: donde el pop fue peligroso otra vez
Dicen que el pop ya no sorprende. Que todo está medido, coreografiado, aprobado por marketing. Pero entonces Lorde decidió hacer un concierto sorpresa en Washington Square Park. Sin permisos. Sin filtros. Y la cosa se desbordó tanto que la policía tuvo que intervenir.
El pop volvió a ser peligroso, incómodo, imprevisible. Como debe ser.
“Cuando la música molesta al orden, estás haciendo algo bien.”
Un billete de entrada a la catarsis retrofuturista
Si aún estás dudando, mira los precios. Oscilan entre 85 y 750 dólares. ¿Vale la pena? Si prefieres comprarte cinco cenas en restaurantes mediocres antes que una noche inolvidable con Lorde, adelante. Pero no vengas luego a decir que nadie te avisó. Las entradas están ya en Ticketmaster y Vivid Seats, aunque la verdadera entrada es emocional.
Lorde no ofrece espectáculos. Ofrece redenciones.
¿Y tú? ¿Estás dispuesto a exponerte?
Puede que este no sea tu año más fácil. Puede que hayas acumulado cicatrices que nadie ve. Puede que estés deseando, sin saberlo, algo que te recuerde por qué estás aquí. Virgin no tiene respuestas, pero sí muchas preguntas.
Y cuando Lorde te mire desde el escenario y cante algo que parece haber salido de tu propio diario secreto, sabrás que hiciste bien en venir.
“No se puede bailar si no has llorado primero.” (Anónimo de pista de baile)
“Cada herida es una puerta si sabes empujar.” (Fragmento de “What Was That”)
“La nostalgia también puede ser futurista.” (Lorde, en entrevista para The Fader)
Lorde convierte el pop en confesionario retrofuturista
Virgin es el álbum más honesto y desgarrador de su carrera
La gira Ultrasound mezcla neones, minimalismo, bisturí y ternura brutal
Teloneros como The Japanese House y Blood Orange suman profundidad a cada concierto
¿El pop aún puede ser peligroso? Lorde lo demuestra con cada show
Y tú, que llegaste hasta aquí, ¿vas a mirar desde la barrera o vas a entrar al quirófano sonoro que ha montado Lorde?
¿Estás listo para bailar con los ojos cerrados y el corazón abierto?
Porque este no es solo otro tour. Es el VIRGIN Tour. Y no se repite.
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